¿Quién tiene derecho a cuestionar la vida?
Ninguno de nosotros.
¿Por qué las cosas tenían que ser así?
Cuántas personas se preguntarán lo mismo. Alguna llegará a una respuesta. Para nosotros a esta altura ya da casi ig....
- ¡¡Hola!!
-¡Hola!
-¿Cómo estás? Tanto tiempo...
-¡Bien y tú! Te presento a "...." (Soy pésimo para los nombres, me lo acaba de decir y ya lo olvidé...)
-El es Carlos, un amigo de, buuu, hace mucho tiempo... Cuando yo era chica, bien chica.
Hay que decirlo, el tipo se ve bien. El traje gris y la corbata le quedan, claro que si supiera un poco más de mí, tal vez su sonrisa no sería tan inocentemente cálida.
-Hola, encantado.
martes, 20 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario